Medio Pollito, Premio: (2001:Panamá) / Yasira Loireth Simití,Briceida Lisbeth Solís y Jhoany Ibeth Medina R.
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TextLanguage: Spanish Series: Colección infantil medio pollitoPublisher: Panamá.: Editorial:Mariano Arosemena , 2003Edition: 1a.edDescription: 180p.: il.; 19cmISBN: 9962-601-68-1Subject(s): LITERATURA INFANTIL PANAMEÑA -- CUENTOS | CUENTOS INFANTILES PANAMEÑOS | LITERATURA INFANTIL -- PANAMEÑADDC classification: LI 808.0683 Summary: Historia del Medio Pollito
Se cuenta de una mamá gallina que estaba empollando; nacieron los pollitos, todos normales, menos uno. Ese “menos uno” nació sólo con una patita. Ella ayudó a su pollito a picar el cascarón y después de nacido lo consintió mucho. Medio Pollito, como fue llamado, se convirtió en un pollo presumido y malcriado. Desde pequeño usó muletas, se vestía muy bien y se ponía sombrero, de tan presumido que era.
Nuestro pequeño personaje era consentido y peleonero. Un día en que se encontraba en el patio oyó un terrible trueno y vio un sobrecogedor relámpago; el cielo tronó y él se asustó mucho. Anunció a mamá gallina que había decidido ir a contarle al rey que el cielo se había rajado y había que componerlo. Nadie pudo hacerlo desistir, así que se puso su sombrero y su elegante ropa, pues era un presumido irremediable, y se echó a la ciudad a ver al rey.
En el camino se encontró al señor pato y éste quiso ir con él, así como otros animales que fue conociendo en el camino. Él era el líder. Al llegar al palacio el guardián no lo dejaba entrar; él decía “yo soy Medio Pollito y vengo a decirle al rey que el cielo se ha rajado y se va a caer y hay que mandarlo a componer”. Sólo lo dejaron entrar a él por la cocina.
La cocinera al verlo se puso muy contenta y dijo “qué lindo medio pollito sin una patita, pero estará rico para una buena sopa”, y sin pensarlo más, lo echó a la olla. Se oían los gritos de Medio Pollito, ya sin su elegante sombrero, chamuscado, adolorido, pidiendo al viento que lo alzara y se lo llevara lejos, que lo salvara, que lo pusiera en el alto obelisco situado cerca.
El viento se compadeció y lo llevó hacia la alta columna donde Medio Pollito se quedó dando vueltas y vueltas según la dirección del viento, convertido en una veleta que por siempre le indicaría la dirección del viento a los marinos.
| Item type | Current location | Collection | Call number | Copy number | Status | Date due | Barcode |
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Libros
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Biblioteca Fermín Chan Literatura Infantil | Literatura | LI 808.068 M491 (Browse shelf) | e.1 | Available | 0056275 |
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Historia del Medio Pollito
Se cuenta de una mamá gallina que estaba empollando; nacieron los pollitos, todos normales, menos uno. Ese “menos uno” nació sólo con una patita. Ella ayudó a su pollito a picar el cascarón y después de nacido lo consintió mucho. Medio Pollito, como fue llamado, se convirtió en un pollo presumido y malcriado. Desde pequeño usó muletas, se vestía muy bien y se ponía sombrero, de tan presumido que era.
Nuestro pequeño personaje era consentido y peleonero. Un día en que se encontraba en el patio oyó un terrible trueno y vio un sobrecogedor relámpago; el cielo tronó y él se asustó mucho. Anunció a mamá gallina que había decidido ir a contarle al rey que el cielo se había rajado y había que componerlo. Nadie pudo hacerlo desistir, así que se puso su sombrero y su elegante ropa, pues era un presumido irremediable, y se echó a la ciudad a ver al rey.
En el camino se encontró al señor pato y éste quiso ir con él, así como otros animales que fue conociendo en el camino. Él era el líder. Al llegar al palacio el guardián no lo dejaba entrar; él decía “yo soy Medio Pollito y vengo a decirle al rey que el cielo se ha rajado y se va a caer y hay que mandarlo a componer”. Sólo lo dejaron entrar a él por la cocina.
La cocinera al verlo se puso muy contenta y dijo “qué lindo medio pollito sin una patita, pero estará rico para una buena sopa”, y sin pensarlo más, lo echó a la olla. Se oían los gritos de Medio Pollito, ya sin su elegante sombrero, chamuscado, adolorido, pidiendo al viento que lo alzara y se lo llevara lejos, que lo salvara, que lo pusiera en el alto obelisco situado cerca.
El viento se compadeció y lo llevó hacia la alta columna donde Medio Pollito se quedó dando vueltas y vueltas según la dirección del viento, convertido en una veleta que por siempre le indicaría la dirección del viento a los marinos.
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