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Después de la Segunda Guerra Mundial la participación de la mujer en el sostenimiento de la familia se ha hecho cada día mayor. Este fenómeno no es privativo de Estados Unidos, sino que afecta a todos los países y, principalmente, a las familias que habitan en las grandes ciudades. El deseo de vivir mejor, por una parte, aumentando los maguados recursos familiares ,y la necesidad de la mujer de realizarse como ser humano, ha roto el esquema tradicional de la familia que hacia del hombre el sostén único ,el proveedor exclusivo de habitación, sustento y vestidos ,y de la mujer la encargada de mantener unida en torno suyo a los hijos, proporcionándoles atenciones y prodigándoles amor.
El presente estudio analiza los efectos que este cambio en la actitudes tradicionales de los miembros de la familia tienen, no solo en el grupo familiar mismo, sino en la sociedad entera, la que se ve afectada moral y económicamente.